El PVC es el
producto de la polimerización del monómero de cloruro de vinilo a poli
cloruro de vinilo. Es el derivado del plástico más versátil. Este se
pueden producir mediante cuatro procesos diferentes: Suspensión, emulsión, masa
y solución.
Se presenta como un material
blanco que comienza a reblandecer alrededor de los 80 °C y se descompone sobre
140 °C. Es un polímero por adición y además una resina que
resulta de la polimerización del cloruro de vinilo o
cloroeteno. Tiene una muy buena resistencia eléctrica y a la llama.
El átomo de cloro enlazado
a cada átomo de carbono le confiere características amorfas
principalmente e impiden su re cristalización, la alta cohesión entre moléculas
y cadenas poliméricas del PVC se deben principalmente a los momentos dipolares
fuertes originados por los átomos de cloro, los cuales a su vez dan cierto
impedimento estérico es decir que repelen moléculas con igual carga, creando
repulsiones electrostáticas que reducen la flexibilidad de las cadenas
poliméricas, esta dificultad en la conformación estructural hace necesario la
incorporación de aditivos para ser obtenido un producto final deseado.
En la industria existen dos
tipos:
Rígido: para envases,
ventanas, tuberías, las cuales han reemplazado en gran medida al hierro (que
se oxida más fácilmente).
Flexible: cables, juguetes,
calzados, pavimentos, recubrimientos, techos tensados...
El PVC se caracteriza por
ser dúctil y tenaz; presenta estabilidad dimensional y resistencia ambiental.
Además, es reciclable por varios métodos.
Tubos y bolsas para sangre y
diálisis, catéteres, válvulas, delantales, botas, etc.
Vestimenta y anexos
Calzado (botas, zapatillas),
ropa de seguridad, ropa impermeable, guantes, marroquinería (bolsos, valijas,
carteras, tapicería).
Tiene una elevada
resistencia a la abrasión, junto con una baja densidad (1,4 g/cm3), buena
resistencia mecánica y al impacto, lo que lo hace común e ideal para la
edificación y construcción.
Al utilizar aditivos tales
como estabilizantes, plastificantes entre otros, el PVC puede transformarse en
un material rígido o flexible, característica que le permite ser usado en un
gran número de aplicaciones.
Es estable e inerte por lo
que se emplea extensivamente donde la higiene es una prioridad, por ejemplo los
catéteres y las bolsas para sangre y hemoderivados están fabricadas con PVC,
así como muchas tuberías de agua potable.
Es un material altamente
resistente, los productos de PVC pueden durar hasta más de sesenta años como se
comprueba en aplicaciones tales como tuberías para conducción de agua potable y
sanitarios; de acuerdo al estado de las instalaciones se espera una prolongada
duración del PVC así como ocurre con los marcos de puertas y ventanas.
Debido a los átomos de cloro
que forman parte del polímero PVC, no se quema con facilidad ni arde por si
solo y cesa de arder una vez que la fuente de calor se ha retirado. Los
perfiles de PVC empleados en la construcción para recubrimientos, cielorrasos,
puertas y ventanas, se debe a la poca inflamabilidad que presenta.